lunes, 5 de noviembre de 2012

EDUCACIÓN PARA LA ALIENACIÓN


EDUCACIÓN PARA LA ALIENACIÓN

Haciendo Algo De Historia

Por allá por los años 74, 75  cursaba yo el bachillerato en la escuela, El Libertador, la cual  prestaba sus espacios casi en ruinas para el funcionamiento del primer liceo de Palo Negro. En ese entonces en mi casa la educación escolar se acompañaba con la contemplación en un patio enorme y lleno de diversos árboles frutales rebosado por un arcoíris de aves de todos colores, con la lectura de revistas, diarios, suplementos y obras literarias; con las voces de: Felipe Pírela, Tito Rodríguez, Blanca Rosa Gil, Adelia Castillo, Simón Díaz, María Teresa Chacín, el Quinteto Contrapunto y Jesús Sevillano entre otros, esa fue la música que me mostraron Verónica y Gonzalo (Mis padres), a ratos también escuchábamos Radio Rumbos (Las noticias, las radionovelas) en las tardes debía asistir al liceo con unos profesores que eran “los depositarios de la verdad y del conocimiento absoluto”  y los “alumnos” (Nosotros) debían limitarse a ingerir pasivamente los conocimientos que el profesor le transmitía.

Por las noches a pesar de la formación del hogar, con lecturas tempranas que habían pasado ante mis ojos y que atesoraba secretamente para no ser la burla de los panitas del entonces, intentaba ser parte de una manada, (El ser humano no subsiste sin una) aunque esa manada poco leyera y nos la pasáramos machucando en inglés canciones de: los Rollins Stones, Beattles, Bee Gees, Joe Cockers y muchos otros.

Creo que desde muy temprano, la fortuna me acompaño, pues siendo  un carajito de 14 o 15 años  inicie una batalla de vida y así un día me dio por protestar dentro del liceo por 3 o 4  “pendejadas”: 1. no teníamos sino unos 20 o 25 pupitres buenos en un aula de casi 40 estudiantes, 2. El piso estaba levantado, roto como un campo minado y una lamina de zinc se había volado con el viento, 3. En la cercanía al liceo el hedor de un perro muerto nos tenía el estomago volteado bajo el calor de las 2 de la tarde y 4. Las paredes de varios salones e incluso una seccional amenazaban con caerse a la vez que los baños estaban colapsados. Me levanté y me acerqué a la profesora de biología  y bajito pero decidido le dije _Profesora, así es imposible estudiar_ ella en el mismo tono secreto, hábil y muy solidaria me dijo _ Tienes razón, ¿pero qué quieres hacer?_ Se quedó mirándome pareció adivinarme y prosiguió animándome al decir _Lo que quieras hacer, no lo hagas solo_ Eso me bastó e invité a salir a los compañeros del aula, ya afuera incitamos a el salón contiguo para hacer lo propio y así lo fuimos haciendo con todo el Liceo. Ese paro culminó casi tres meses más tarde, después de visitar varias estaciones de radio y periódicos junto al Sr. Omar Quiroz, viejo luchador social, quien presidia la Sociedad de Padres y Representantes, de aquellos años y quien fuera pieza fundamental para el logro de nuestros objetivos. Después de encadenar las rejas de aquellas escuela que hacía las veces de Liceo,  trancar las calles, hacer carteles y pancartas en el porche de mí casa, de manifestar por las principales calles del pueblo, de ser tratados de sobornar con becas Gran Mariscal de Ayacucho, de ser detenidos algunos, perseguidos otros, de atacarnos con bombas lacrimógenas y perdigones, de reuniones en las casas de Yoris, Maury y Gregorio, Belkis, Nurvis y Esteban  Granadillo, después de escondernos de los carros del DIM y la DISIP que pasaban por nuestras casas lentamente para amedrentarnos, después de lograr el apoyo de otros liceos (Valentín Espinal, Técnica Maracay, José luís Ramos, Carlos Arrieta, Agustín Codazzi, entre otros) que sin importar la distancia viajaban desde Maracay al único Liceo de este pequeño pueblo llamado Palo Negro. Después de tres meses y a punto de perder el año escolar, no cedimos hasta lograr que se nos entregara lo que hoy se conoce como LICEO TRINO CELIS RIOS, DE PALO NEGRO. En esas luchas algunos profesores de forma clandestina participaron, Renzo Fajardo, Alejandro Tinedo, Luis Briceño José Rodríguez, Isabel Gruñeiro, y muchos estudiantes como: Los y las Granadillos, las hermanas Mary Paz y Mary Bell Pacheco Hernández, Octavio Pino (hijo), Héctor Iribarren, Dennys Díaz (Fallecido tempranamente) y quien suscribe junto a muchos otros que la memoria en acto de injusticia involuntaria no me trae.

Esa forma de actuar cuando adolescente me condujo a pensar, medir y sopesar la injusticia para combatirla. Me convertí al poco tiempo de iniciar las actividades escolares en la nueva sede del liceo, en un desertor del sistema educativo, yo había quedado marcado con las ganas de vivir y de no someterme a una educación castradora. No encontré en las aulas nada que se pareciera a la vida real y frustrado me fui. Únicamente vi un país que no invertía en educación, sino que gastaba o mejor dicho malgastaba la plata, tiraba la plata. Era un sistema en el que de cada 10 estudiantes que iniciaban el bachillerato sólo egresaban 2,  y uno se pregunta ¿Cuánto le costaba  al país ese bachiller? Una fortuna, sí tomamos en cuenta que las estadísticas eran de 10 solo 2, y para que le servía al país ese bachiller, con un tipo de enseñanza que no formaba para la vida y nos mantenían al margen de la realidad nacional, (desempleo, hambre, miseria, discriminación) y los egresados, unos pocos, muy pocos podían soñar con entrar a la universidad. Se hacía en el entonces un tremendo desperdicio de la riqueza más grande que tiene un país: la inteligencia de nuestros jóvenes. Los atiborraban de datos, de nombres, de cifras pero no desarrollaban su inteligencia. No se les enseño a utilizarla, a pensar en la patria, en lugar de aprovechar todo ese potencial de inteligencia para producir más, para desarrollar el país. Lo anularon, lo aplastaron bajo un fardo de datos.

Alienación Extranjera Contra La Inteligencia Nacional.

Pero todo eso estaba bien estudiado por el Imperio, nos vendieron la idea de que todo en el norte era lo mejor, estimularon en nosotros el deseo de triunfar pero de manera individual, te recomendaban la carrera que te diera más: _No, hazte abogado que eso da_  Un triunfo puramente individual, egoísta, enriquecerse, ganar mucha plata, tener más que los otros, pero no nos enseñaron a pensar en nuestro país, sino en nosotros mismos y en tener como meta salir, huir, desertar del país y vivir una “vida perfecta a lo gringo, a lo Hollywood, de película”  algunos regresaron derrotados, otros descubrieron que no hay nada como Venezuela, algunos se quedaron cuidando ancianitos, de jardineros, parqueros, mesoneros, sencillamente de servidumbre y solo unos pocos,  los hijos de los que siempre fueron el poder económico en el país, se mantuvieron en un ir y venir para seguir marcando las pautas educativas y culturales que imponía el norte.

Pero en los 70, los 80 y los 90 los pocos estudiante que podían advertir esto, (pues lo cotidiano se vuelve natural) aquellos que intentaba razonar, que sentían y descubrían la realidad que marcaba Norteamérica y que aquí era obedecida ciegamente por el sistema educativo, aquel que se atreviera a pensar por su cuenta era un “alumno” incómodo molesto, enseguida le ponían la etiqueta de revoltoso, de peleón, de subversivo, inadaptado, de comunista, de ñangara. De inmediato para poner correctivos se tejía el plan para cambiarlo, para seducirlo y transculturizar su manera de pensar y si no funcionaba, si no lo cambiaban, si no se alineaba, o alienaba, se la ponían difícil, le dificultaban los estudios o su permanencia en el sistema educativo hasta hacerlo desertar. Y así fué a lo largo de 40 años. Décadas en las cuales se nos fué convirtiendo en personas dóciles, serviles, sin pensamiento propio, más dispuesta al licor, la farra, la farándula nacional (Copia de la extranjera) el jet set, a admirar y copiar la cultura foránea, (Música, ropas, formas de expresión, drogas, formas de pensar) a sentir vergüenza por lo nuestro (tradiciones, modismos, comida, familia, nuestro cabello y hasta el color de nuestra piel) por todo eso, es que aún hoy, un pequeño sector del pueblo inocente (por transculturizados)  es capaz de defender al amo, por ello, por más de 520 años de dominación extranjera, por 200 años de lucha por la independencia (aún por alcanzar).  A causa de los: Páez, Falcón, Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez, por 40 años de espejismo democrático ideado para el entreguismo. Por todo ello, es que aún hoy unos pocos maestros alienados van a la escuela, al liceo y hasta a la universidad creyendo que están contribuyendo a la formación del venezolano y lo y siguen repitiendo el esquema ideado para lavar nuestras mentes dictado desde el norte,  a pesar de todas las orientaciones, de todos los discursos, de toda la historia, de todas las pruebas. Mas nosotros no perdemos la esperanza, seguimos trabajando para hacer entender al docente, que debe enseñar al ESTUDIANTE a pensar, a sentir, a hacer, a amar. Que él mismo educador debe disponerse a cambiar, a abrir los ojos, descubrir el valor de la patria, las tradiciones, a amar la mescolanza cultural y racial que somos. Que internalice de una vez y para siempre que: Educar es adiestrar la inteligencia y la organización mental del estudiante, es enseñar a pensar, es formar cabezas pensantes, eso es educar.

 

Licdo. Hernán González Díaz