Simón García 75 años en la escena.
Hace algún tiempo tuve la oportunidad de conocer a un hombre
que de sólo mirarlo inspiraba afecto y bondad. Yo sabía de él por haberlo visto
con diversos personajes en la televisión nacional. Pero hasta ese día no tenía
la fortuna de haber cruzado palabra alguna con él.
Para ese entonces yo conducía un programa infantil en una
televisora regional, en ella yo
caracterizaba un abuelo el cual siempre estaba rodeado de niños y presentaba
diversos actores locales y de vez en cuando alguna figura nacional. La primera vez que vi en persona a este hombre
de más o menos 1.80 de estatura fue a causa de una invitación que le hiciera la
productora de mi programa. Cuando entro al set de grabación fue de lo más
gracioso, llego vestido como uno de los personajes que él había popularizado en
la televisión nacional al lado de uno de los grandes comediantes latinoamericanos
como lo es Carlos Villagrán (KIKO), llego vestido como PICHICHO. Pichicho, el
personaje era un niño con algunas pecas
y un pantalón de mangas cortas y tirantes para sostenerlos, telas de full color
y una gran personalidad de niño extrovertido. Al entrar al set casi grito _Abuelo_ y de inmediato dio a mi personaje un
trato único de respeto tanto en lo personal como en lo profesional. Al terminar
el programa y despedir a los niños, caminamos juntos por los pasillos del canal
rumbo al camerino, conversando como un abuelo hablaría en el parque junto a su
nieto Pichicho. Ya en la soledad del camerino compartido nos despojamos de los
personajes y fue entonces cuando por primera vez pude hablar con el actor SIMÓN
GARCÍA. Fue impresionante ver una figura de la comedia nacional, un artista de
su talla que había trabajado en dramáticos de importancia, en series que habían
marcado época estuviera allí de tu a tu. No podía creer que él, un
actor que había recorrido mundo y era referencia obligada de espacios
infantiles transmitidos dentro y fuera del país fuese tan humano y sencillo que
no dejaba de alabar mi trabajo. Tal fue la impresión que me causo con sus comentarios y con su
sencillez que no pude corresponder los halagos que me propinaba con algo
similar. Era casi imposible imaginar que una figura de su talla fuese tan
humilde de alma y corazón. ¿Dónde estaba el engreimiento que uno le atribuye o
imagina que tiene todo aquel que está en la televisión nacional? Allí no
estaba, por lo menos no en aquel Simón que conocí en el canal, y que se
convirtió desde entonces en un gran amigo.
Después de ese día, han sido muchos los encuentros con Simón
y muchas las conversaciones telefónicas entre Pichicho y El Abuelo. Porque nos
hemos acostumbrado cuando nos llamamos que son ellos (los personajes) los primeros que se hablan, se ríen, se
vacilan y se meten con nosotros (sus intérpretes), hasta que al fin se cansan y nos dan paso a
nosotros (los actores) para enterarnos de cómo nos va a cada uno.
Este recuento puede ser innecesario, pero recordarlo me
alegra tanto la vida que no quise obviarlo porque sé que tu Simón también
repasaras los detalles del relato y disfrutaras de esta amistad que juntos
hemos construido. Hermano, el tiempo me ha permitido recibir de ti afecto,
cariño, hermandad y sabios consejos. Porque hablar contigo siempre es un
aprendizaje uno de esos que se atesoran y te ratifican que si existen seres
humanos dispuestos a dar como tú lo haces.
Hoy cumples 75 años y sería fácil decirlo si se tratara de
una persona común, pero tú Simón, tú eres realmente especial y nada común, tú
que a lo largo de tu historia eres grande entre los grandes, tú que sin egoísmo
das tus conocimientos, que estas constantemente buscando la forma de ayudar a
todo el que te rodea, y que de paso elegiste una carrera tan noble como la
actuación, una profesión inventada para dar felicidad a todo el que nos mira
actuar. En ti 75 años no es juego, porque a pesar de la alegría de tu alma
has sido un hombre de retos y responsable con tu vida y con la vida que has
sembrado en esta tierra como el hecho de haber sabido ser un gran padre para
tus hijos y para aquellos que sin ser tuyos biológicamente te sentimos nuestro
padre.
Hoy cumples años y entonces a mi me da por homenajearte con
estas líneas, pero debo aclarar que este no es un simple homenaje, esta es una
declaración pública de GRACIAS. Si hermano querido, GRACIAS por la riqueza de tu cariño, por las
largas conversaciones, por el abrazo fuerte y oportuno, por mostrarme que si existe gente buena en el mundo. Por
aceptar hace ya varios años una invitación para estar en un programa de
provincia junto a un viejito siendo tú la figura que ya eras a nivel nacional,
porque gracias a ese gesto humilde de ir al programa te descubrí amigo. Y sobre todo mi hermano, GRACIAS POR FORTUNA DE SER FAMILIA. GRACIAS
MIL.
FELIZ CUMPLEAÑOS PICHICHO.
FELIZ CUMPEAÑOS SIMÖN.
FELIZ CUMPLEAÑOS HERMANO DEL ALMA.
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