lunes, 17 de noviembre de 2014

UNA MINÚSCULA PELUSA DE POLIÉSTER AZUL MARINO

UNA MINÚSCULA PELUSA DE POLIÉSTER AZUL MARINO
Quiero compartir algo muy extraño que me ocurrió. Hoy como a las 12 del mediodía saliendo de la Zona Educativa de Aragua (ZEA), Después que me encostre con mi comadre Zuleima Rivera, quien me contaba que el compadre Mario Amengual, le toco presenciar hoy mismo un robo y que el ladrón lo apunto con el arma a la cara y por pura suerte le dejo ir. Como Mario salió bien librado lo llame y le mame gallo un rato. Me despedí y salí por la parte de atrás de la ZEA, rumbo a la principal de Caña de Azúcar, saque mi teléfono inteligente y mientras camino inicio a escribirle un mensaje a mi esposa y faltando como una cuadra para llegar a donde pasan las camionetas escucho detrás de mi _Mira dame el teléfono_ yo sigo escribiendo dando por seguro que es un amigo jugando y vuelvo a escuchar más cerca _ Mira dame ese teléfono_ a pesar de estar más cerca continuo en lo mío convencido de que tiene que ser algún pana, y vuelve a decirme pero ya totalmente en mis espaldas _ Dame el teléfono_ volteo y veo un joven de piel blanca, de unos 20 años, con un bozo débil, propio de quien será lampiño de por vida, cabello oscuro, cachetón el muchacho, franela negra, con unos lentes que le tapan casi la mitad del rostro, y en su mano derecha un arma automática de no sé qué calibre, (de esas vainas yo no sé nada) la pistola es de un color como verduzco, tamaño mediano y tan bonita la condenada que parecía de juguete. El pichón de maleante Insiste en su parlamento _ Dame ese teléfono_. Yo no entiendo porque no me atemoriza el casi niño atracador que me apunta hacia las piernas como para que quien pase cerca no pueda ver el arma, y le digo _ ¿Es en serio, tú me vas a robar? _ y él sin salir de sus líneas aprendidas, _Dame ese teléfono_ de vez en cuando ocultaba el arma bajo su axila izquierda para evitar que los carros que pasaban vieran el hecho. Le insisto, _No vale tú no puedes estar hablando en serio, ¿tú me vas a robar a mi? _ Lo que hizo sospechar al joven maleante que, o yo era un policía, o era otro ladrón, pues en seguida me levanto la franela para ver si estaba armado. Al ver que no lo estoy insistió con sus mismas lineas _Dame ese teléfono_ a lo que dije _ Pero chamo déjame mi teléfono que ese teléfono esta viejo_ y el ladroncito le dio por improvisar nuevas líneas en su parlamento _ ¿Quieres que te de un tiro? Mejor me das el teléfono_ cargo el arma, (la bicha suena de manera que ya uno sabe que no es de juguete) y me apunto al pecho. En ese instante lo que me dio fue arrechera y diciéndole _Lo quieres…. Tómalo…. y lo lance debajo de un carro que estaba a nuestro lado y camine sin perderlo de vista cubrirme con el carro bajo el cual había caído el codiciado aparato. El ladroncito sin dejar de apuntar en mi dirección se agachaba a recogerlo, el pillo logro sacarlo y se va caminando en dirección a la ZEA, yo lo seguía con la mirada, cuando estuvo como a 15 o 20 metros inicie a caminar hacia él para ver donde se metía. El chamito volteo a mirarme y supongo que preocupado con mi actitud decidió dispárame, detona y de inmediato esconde el arma bajo su franela y correr en dirección al primer estacionamiento que consigue a su paso. Pero es justo cuando me disparo, es en ese preciso instante que paso algo insólito, algo que yo mismo no puedo creer por verdadero que sea. Al momento en que el aspirante a asesino me dispara todo se volvió en cámara lenta, vi cuando levanto el arma, cuando me apunto, vi cuando apretó el gatillo, oí el ruido de la detonación, vi cuando salió humo del cañón de la misma, vi como si el humo se extendíera unos metros en mi dirección y de pronto instintivamente moví mi cadera hacia mi izquierda, como si pudiera adivinar la trayectoria de la bala, como si fuese un arquero de futbol y al instante siento que algo me quema ligera y suavemente la piel a nivel de mi ingle derecha. Al momento sé que no acertó el disparo y sigo en dirección a donde corrió el carajito, pero voy más lento, con cuidado para darle espacio, lo que deseo es ver donde se va a meter. En cuanto llego al estacionamiento donde lo vi cruzar veo caras conocidas y una camioneta tipo Terio salir, pregunto _ ¿vieron pasar a un chamo con lentes grandes? y me dicen: _se monto en esa camioneta_ y por supuesto al voltear ya habían cruzado y se perdieron. Los vecinos salieron a ver qué pasaba, a quien le dispararon y a cada uno les decía llamen a la policía, me sorprendió cuantos de sector me conocían y me alentó la solidaridad que todos mostraron, muchos me ofrecían sus teléfonos para llamar, en eso y con una inmediatez que asombra llegaron 2 patrullas, luego 2 más y casi al instante como 10 motorizados, las primeras dos patrullas salieron de inmediato a ver si veían el vehículo de los asaltantes que los vecinos describían. Los efectivos comenzaron el interrogatorio recogieron el casquillo, determinando que era de calibre 3 y no sé cuánto. Y todos preguntaban ¿Y cómo no te dio? Y cuando les mostraba el hueco que en la franela dejo el proyectil me preguntaban sorprendidos _ ¿No estás herido?_ Y no lo podían creer, algunos comentaban que una herida en esa zona era fatal, otros que había vuelto a nacer, otros que eso era imposible y todos revisaban a ver si algún rastro de sangre tenia y lo único que encontramos fue una minúscula pelusa de poliéster azul marino quemado y adherida a mi piel unas 3 pulgadas más arriba del orificio que la bala le hizo a mi franela. 
De verdad no sé donde fue a dar la bala, ¿se desintegro, desapareció en el aire, atravesó mi franela azul y a mí no, como pudo atravesar la franela y dejarme intacto, como es que sentí el calor del disparo y me dejo el poliéster quemado pegado a la piel y estoy ileso? Son preguntas que yo no podre responder jamás, lo que sí puedo decir es que AUN VIVO, QUE HOY 17 DE NOVIEMBRE CUANDO MI BEBE ANETH VICTORIA ESTA CUMPLIENDO 2 MESES DE NACIDA YO HE VUELTO A VIVIR.
Ah…. También puedo decir otra cosa; NO TENGO TELÉFONO, ME ROBARON. comuníquense por esta vía, yo revisare de vez en cuando

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