martes, 16 de abril de 2013


Hoy me dedicare nuevamente a asegurar una paz duradera y felicidad para toda la humanidad: Seré  tan fuerte que nada pueda perturbar mi paz mental. Hablaré de salud, felicidad y esperanza a cada persona de mi mente. Haré que mis amigos sientan que hay algo bueno y valioso  en ellos. Veré el lado resplandeciente de cada cosa y seré optimista sobre la vida. Pensaré sólo lo mejor, trabajaré para hacer y esperar sólo lo mejor. Me sentiré tan feliz con el éxito de otros como del mío propio. Olvidaré cualquier error del pasado y avanzaré proyectando un mayor logro en el futuro. Invertiré tanto tiempo en mejorarme a mí mismo que no tendré tiempo de criticar a los demás. Seré demasiado fuerte para temer, demasiado benévolo para enojarme y demasiado feliz para preocuparme. Elevaré mi corazón en la fe cada día, para que la sabiduría  se revele en mi vida.

Daisaku Ikeda

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