martes, 23 de abril de 2013

NO-VIOLENCIA EN EL SIGLO XXI: RETOS Y OPCIONES por. Arun Gandhi


NO-VIOLENCIA EN EL SIGLO XXI:  

      RETOS Y OPCIONES

Por Arun Gandhi



“Si supiéramos cuanta violencia pasiva perpetramos unos contra otros, comprenderíamos porque hay tanta violencia física plagando las sociedades del mundo.”
M.K. Gandhi

Arun Gandhi
El mayor reto en la promoción de la no-violencia es el idioma Ingles y sus limitaciones. Le sigue nuestra percepción, arraigada por siglos, de que la violencia es el único camino para poder resolver nuestros problemas.
Cuando mi abuelo Mohandas Karamchand Gandhi, estando en Sudáfrica, desarrollo su filosofía de la no-violencia y quiso buscar una palabra apropiada para describirla, no pudo encontrar ninguna. “Resistencia Pasiva” y “Desobediencia civil” no le llamaban la atención ya que no había nada de pasivo o desobediente en este movimiento. El incluso ofreció una recompensa a cualquiera que se le ocurriera una palabra de la lengua inglesa, positiva que pudiese describir el movimiento, pero a nadie se le ocurrió ninguna.
Entonces Gandhi decidió que una palabra Sánscrita podría ser más apropiada ya que él planeaba regresar a la India y liderizar la lucha Hindú por la libertad. Él encontró que satyagraha describía su filosofía de la mejor forma. Una combinación de dos palabras Sánscritas, satya que significa verdad y agraha que significa búsqueda de, satyagraha significa “búsqueda de la verdad.” Muy significativamente este es el opuesto del concepto occidental de “posesión de la verdad.”
Luego, la no-violencia puede ser descrita como una honesta y diligente búsqueda de la verdad. También puede significar la búsqueda del significado de la vida o el propósito de la vida, interrogantes que han atormentado a la humanidad por siglos. Yo creo que nosotros todavía no hemos buscado con un verdadero sentido de honestidad. La búsqueda debe ser interna y externa. Nosotros intentamos ignorar esta búsqueda crucial, porque los sacrificios que ella exige son revolucionarios. Significa apartarse de la avaricia, del egoísmo, la posesividad y la dominancia hacia el amor, la misericordia, la comprensión y el respeto.
Significa, que para ser auténticos con nuestra fe y nuestra religión no es suficiente que oremos 10 veces al día. Lo que es más importante, es que hagamos de nuestras Escrituras la base de nuestra existencia. Debido a nuestros estilos de vida materialistas y avariciosos, somos muy posesivos. Buscamos poseer no solo los bienes materiales sino también nuestras creencias espirituales y hasta la paz, si la encontramos, diciendo: “estoy en paz conmigo mismo.” Los gurus urgen a sus devotos a “encontrar su paz y aferrarse a ella.” ¿Puede alguien encontrar paz o el despertar espiritual y codiciosamente guardarlo para sí mismo?

BUSCANDO LA PAZ

Mohandas Karamchad Gandhi

Una de las historias favoritas que a mi abuelo le gustaba contar, era la historia de un antiguo rey Hindú quien estaba obsesionado con encontrar el significado de la paz. Él quería saber que era la paz, como encontrarla y qué hacer con ella. El incluso ofreció una atractiva recompensa a aquel que pudiese responder su pregunta. Finalmente, alguien le recomendó al rey consultar a un cierto sabio y él así lo hizo. Sin decir palabra, el sabio fue  a la cocina y le trajo al rey un grano de trigo. “Aquí encontraras la respuesta a tu pregunta” dijo el sabio mientras ponía el grano en la palma abierta de la mano del rey.
Confundido, pero sin intención de admitir su ignorancia, el rey apretó el grano en su puño y volvió al palacio. Él guardo el precioso grano en una pequeñita caja de oro y la metió en su caja fuerte. Todas las mañanas el rey abría la cajita y miraba el grano para encontrar una respuesta pero no pudo encontrar nada.
Semanas más tarde otro sabio respondió su dilema diciendo, “es muy simple Su Majestad. Así como este grano representa alimento para el cuerpo, la paz representa el alimento para el alma. Ahora, si usted mantiene este grano encerrado en una caja de oro morirá sin servir de alimento o multiplicarse. Sin embargo si se le permite interactuar con los elementos —luz, agua, aire, tierra — florecerá y se multiplicara y pronto usted tendrá un campo de trigo que lo nutrirá no solo a usted sino a muchos otros. Este es el significado de la paz. Debe alimentar su alma y el alma de otros, y debe multiplicarse por la interacción con los elementos.”
Esta es la esencia de la filosofía de Gandhi de la “no-violencia” o la búsqueda de la verdad. Debemos ser siempre guiados por el amor, la misericordia, la comprensión y el respeto permitiendo que todo lo que tenemos “interactué positivamente con los elementos” de manera de crear una sociedad de paz y armonía.
Los cuatro principios esenciales de la filosofía de Gandhi son muy sencillos de comprender e implementar. A nivel publico estos cuatro principios son: la verdad, ahimsa, el ser consignatario y la acción constructiva y en el ámbito personal son: Respeto, comprensión, aceptación y valoración. El éxito en alcanzar la iluminación o la verdad depende de cuan honestos somos y si podemos realmente liberarnos de las ataduras. Gandhi dijo que liberarse política o socialmente no es suficiente. Liberarse de las ataduras significa estar dispuesto a mantenerse en pie por la verdad y la justicia y no temer a las consecuencias tales como perder las posesiones, el trabajo o aun la vida.
Es solo cuando alcanzamos ese poder espiritual, que la no-violencia se torna realmente relevante. Cuando un racista blanco, humillo a mi abuelo en Sudáfrica porque ellos no querían un hombre “negro” viajando en el compartimiento de Primera Clase del tren, el trato de buscar el apoyo de los no-blancos en Sudáfrica, pidiéndoles levantarse por sus derechos. Envés, él encontró que sus respuestas estaban dominadas por el miedo. “¿Qué le pasara a mi familia? ¿A mi trabajo? ¿A mi hogar y posesiones? La clase media prefería someterse a las injusticias del hombre blanco antes que levantarse ante él y arriesgarse a perderlo todo. Allí fue que mi abuelo descubrió la corruptora influencia del materialismo.
Esta actitud persiste en todas partes. Estamos dispuestos a aceptar la injusticia porque tenemos miedo de sufrir y perder nuestras posesiones o nuestra seguridad. La verdadera liberación llega cuando nos liberamos del miedo que controla nuestras vidas. En el análisis final esta es la clave. En realidad lo que exige la no-violencia no es nada imposible. Cuando somos obligados por ley a sacrificar nuestras vidas para proteger a nuestro país en una guerra, no preguntamos quien se ocupara de nuestra familia ó que pasara con nuestras posesiones. Simplemente nos vamos con la certeza de que podríamos no regresar otra vez. Y este es un sacrificio que se impone a un individuo por parte del gobierno. Entonces porque es tan difícil para el mismo individuo hacer el mismo sacrificio de ponerse en pie por la justicia, la ética y los valores?  “yo estoy preparado para morir, pero no hay ninguna razón por la cual yo esté preparado para matar,” dijo Gandhi.

LA NO-VIOLENCIA DEFINIDA

Podría ser de utilidad definir los principios fundamentales de la no-violencia.
VERDAD: Debemos recordar que la verdad tiene muchas caras y es siempre cambiante. Lo que parece ser verdad hoy puede no serlo mañana. O lo que parece ser verdad para nosotros puede no serlo para otros. Por lo tanto, no podemos decir que poseemos la verdad y que nuestra comprensión o verdad es la correcta. Debemos desarrollar la habilidad de observar todo desde diferentes perspectivas y tener la humildad de comprender que podríamos estar equivocados.
AHIMSA: es la palabra Sánscrita para no-violencia total, esto es no-violencia de pensamiento, palabra y acción. Vivir en una forma totalmente no-violenta puede no ser posible para nadie. Aun así, debería ser el objetivo de cada individuo de la misma forma que sacar un 20 debe ser el objetivo de todo estudiante que va al colegio. Si cualquier estudiante asiste a la escuela con la mentalidad que él ó ella nunca será capaz de sacar un 20, entonces significa que la persona ya se ha rendido.
Arun Gandhi al fondo su abuelo Mohandas Karamchad Gandhi
  
SER CONSIGNATARIOS: Es un concepto único a través del cual Gandhi enseño que no poseemos nuestros propios talentos o habilidades, sino que hemos sido escogidos por Dios como “consignatarios” y debemos usar esos talentos para ayudar a otros menos afortunados o talentosos que nosotros. Pero este dar o compartir o ayudar no debe atrofiar a quien lo recibe.
Una línea muy delgada separa la “lastima” de la misericordia, y generalmente confundimos una con otra. La lástima es degradante y opresiva en tanto que la misericordia revitaliza a quien la da y a quien la recibe. Lastima es cuando le damos a una persona hambrienta una moneda para comprar comida o cuando alimentamos personas en comedores de caridad. Al alimentar al hambriento lo hacemos dependiente de la limosna.
La verdadera misericordia requiere que nos involucremos en encontrar las maneras de ayudar a estas personas a convertirse en ciudadanos auto-suficientes. La ayuda que ellos reciban debe ser tal como ayudarlos a reconstruir la auto-confianza y el auto-respeto que han sido aplastados por la pobreza y la opresión.
ACCION CONSTRUCTIVA: Involucrarse en encontrar soluciones constructivas a los problemas. Generalmente estamos tan preocupados con él Yo que no tenemos tiempo ni para nadie ni para nada. Queremos colgar nuestras responsabilidades sociales en los hombros de alguien—generalmente en los de aquellos que están en el gobierno. Pero los burócratas o los trabajadores sociales a sueldo no siempre tienen la misericordia necesaria para esta clase de trabajo.
En 1970 seis personas jóvenes en la ciudad de Mumbai (Bombay) en India, cada uno de ellos trabajando para subsistir y comprometidos a criar a sus hijos, decidieron encontrar una solución para el sobrecogedor crecimiento de los desamparados en la ciudad.
Utilizando la filosofía de Gandhi de acción constructiva y depositaria, este grupo, liderizado por Mahipat RaoMohite, reunió a más de 500 personas sin hogar y los reto a convertirse en parte de la solución ahorrando una moneda todos los días con el objetivo de construir el capital necesario para lanzar un proyecto económico. Mohite podría haber buscado donaciones o una subvención, pero eso le hubiese dado a los desamparados la idea de que podían pedir lo que necesitaban y recibirlo en bandeja.
Mohite dijo que los desamparados tendrían que ahorrar una moneda cada día. La mayor parte de la gente habría considerado esto imposible o descorazonado, pedirle a personas que no sabían de donde iba a venir su próxima comida, ahorrar una moneda al día. Sin embargo los desamparados aceptaron el reto y con el apoyo de Mohite ahorraron el equivalente a 11.000 dólares en aproximadamente 19 meses.
En 1971, este dinero fue usado para comenzar una pequeña fábrica textil con telares de segunda mano y en galpones de hojalata en  el villorrio de Vita cerca de Sangli, a 200 millas al sur de Mumbai. Alrededor de 70 de los desamparados fueron enviados al villorrio para trabajar en la fábrica de propiedad compartida, bajo la guía de Mohite y sus amigos, hasta ser entrenados para manejar el negocio por sí mismos. Hoy por hoy, todos aquellos que contribuyeron con el capital, están viviendo de las ganancias de cuatro fábricas textiles, disfrutando de un mejor estilo de vida y con la capacidad de enviar a sus niños a la escuela y acceso a la educación superior.
Los desamparados continuaron ahorrando dinero, y en 1978 abrieron el Banco Cooperativo de Sangli Jilla Kranti en la ciudad de Munbai. Actualmente el banco tiene siete sucursales y un total de activos valorados en 2 millones de dólares. Este es un ejemplo de lo que quería decir Gandhi con acción constructiva y depositaria. Mohite y sus amigos no hicieron mayores sacrificios más que su tiempo de esparcimiento y  vacación.

COMENZAR POR EL INDIVIDUO

Mohandas Karamchad Gandhi

Los cuatro principios de la no-violencia a ser practicados por el individuo comienzan por el RESPETO. Debemos respetarnos a nosotros mismos, respetar a otros y respetar nuestra relación con toda la creación. Persiste un mito especialmente en OCCIDENTE, de que somos individuos independientes sin ninguna responsabilidad hacia otros. Pero una sociedad que tenga cohesión, no puede construirse con cada individuo halando en una dirección diferente. Para lograr la armonía y la cohesividad debemos aceptar el hecho de que somos interdependientes, interrelacionados y entretejidos, trabajando juntos para construir una sociedad humana.
     No es suficiente respetar a los seres humanos individuales. Debemos respetar también, las diferentes culturas, diferentes estilos de vida y diferentes sistemas de creencias. El peligro yace en nuestra naturaleza competitiva, en creer que la nuestra, es la única forma de hacer las cosas y pretender imponer esto a otros. Asumir que nuestra manera es la mejor, es lo mismo que decir: “poseemos” la verdad. Cuando aceptamos que los otros pudiesen estar en lo cierto, nos unimos a ellos en una honesta búsqueda de la verdad.
     La religión, explico mi abuelo, es el comienzo del viaje espiritual. Cuando alcanzamos una comprensión adecuada de la religión, alcanzamos la comprensión de la espiritualidad. Esto es la aceptación y el respeto por las diferentes formas de devoción. La salvación llega cuando alcanzamos la cima de la montaña—cuando nos convertimos en uno con la creación y la creación se convierte en uno con nosotros.
LA COMPRENSION llega cuando aprendemos quiénes somos y cuál es nuestro rol en toda la creación. En nuestra arrogancia creemos, que nosotros los humanos no somos parte de la naturaleza. En nuestro intento por conquistar la naturaleza, estamos destruyendo nuestro hábitat y no podemos tener la expectativa de sobrevivir por mucho tiempo.
LA ACEPTACION se alcanza cuando aceptamos las diferencias—tanto físicas como filosóficas—entre los seres humanos. Cuando estas diferencias comienzan a desvanecerse, entonces nos aceptamos unos a otros como seres humanos y podemos deshacernos de las etiquetas que mantienen a las personas separadas unas de otras.
LA VALORACION de nuestra condición de seres humanos se logra en este punto.
     Sin embargo, la mejor forma de entender la filosofía de Gandhi de la no-violencia, es primero comprender la extensión de la violencia que ponemos en práctica día a día en nuestras propias vidas consciente ó inconscientemente. Mi abuelo me hizo tomar conciencia de la violencia en la sociedad, incluyendo antes que nada la violencia en mi mismo, animándome a realizar  un árbol genealógico de la violencia utilizando los mismos principios de cualquier árbol genealógico.
     Él dijo: “la violencia tiene dos hijas—Física y Pasiva. Entonces, todas las noches antes de irte a la cama, quisiera que escribieras bajo esos encabezamientos todos los incidentes de violencia física y pasiva que experimentes durante el día y la relación de una con la otra.”
     Yo debía ser honesto y escribir acerca de mis actos de violencia durante el día. Lo cual significaba que en la noche yo debía analizar mis acciones, y si las encontraba violentas entonces debía ubicarlas en el espacio adecuado. Esto fue una excelente forma de introspección y de reconocer la propia violencia.

NEGACION

Generalmente no reconocemos nuestra propia violencia porque somos ignorantes al respecto o porque estamos condicionados a referirnos solo a su manifestación física—guerras, peleas, asesinatos, golpizas, violaciones, etc. Sin embargo nos damos cuenta que la opresión en todas sus formas: sobrenombres peyorativos, bromas, insultos y conductas irrespetuosas son todas formas pasivas de violencia.
     La relación entre violencia pasiva y física es la misma que la relación entre gasolina y fuego. Los actos de violencia pasiva generan ira en la victima, y dado que no hemos aprendido a utilizar la ira positivamente, la exacerbamos y generamos violencia física. Por la tanto, la violencia pasiva es el combustible de la violencia física. Lo cual quiere decir, que si queremos acabar con el fuego de la violencia física, primero debemos cortar el suministro de combustible.
   El desafío ante la humanidad, acotando las palabras de Gandhi, es muy sencillo: “DEBEMOS SER EL CAMBIO QUE DESEAMOS VER.” A menos que cambiemos individualmente, nadie va a cambiar colectivamente. Por generaciones hemos estado esperando que el otro cambie primero. Un cambio en el corazón no puede ser legislado, debe surgir de la convicción personal.
     ¿Es la no-violencia relevante en el siglo 21? La pregunta que necesitamos hacernos no es si la no-violencia es relevante, sino cuan dispuestos estamos a alejarnos de la avaricia, el egoísmo y de todos los atributos negativos que han gobernado nuestras vidas, hacia los atributos más positivos como lo son el amor, la comprensión, la misericordia y el respeto. La opción es solo nuestra y debemos elegir.




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