LAS REDES SOCIALES Y LA VIOLENCIA
PASIVA
De: Hernán
González Díaz
“Si supiéramos cuanta violencia pasiva
perpetramos unos contra otros, comprenderíamos porque hay tanta violencia
física plagando las sociedades del mundo”
M.K. Gandhi
Pero esas mismas personas que convocaban tan buenos principios, instantes antes, instantes después, piden acabar o desterrar del país a otros seres humanos, a los motorizados, los chavistas, a todo aquel que no piense como ellos y en especial a los cubanos. Si, a venezolanos como ellos, con los mismo derechos (hoy negados) a vivir y transitar por esta geografía. Y a los cubanos que como muchos otros extranjeros han llegado al país a trabajar. Es que acaso Italianos, españoles, portugueses, colombianos, peruanos, argentinos, chilenos, uruguayos, ecuatorianos, mexicanos y pare usted de contar no han venido a esta tierra en diversas épocas a trabajar, a dar su conocimiento, a mostrar su cultura, a fundar familia o a convertirse sencillamente en venezolanos. Sorprende entonces los llamados a la xenofobia, sorprende el racismo, la intolerancia de estos amigos que hasta con mala ortografía denigran del pueblo cubano que desde hace algunos años presta sus servicios al país en materia de educación, deporte, salud y cultura entre otros. Pero no es para hablar de los cubanos y lo que ofrecen de corazón al país por lo que escribo esto, es porque he tenido que leer la incongruencia casi enferma de quienes convocan a orar por la paz y el amor, mientras en otras notas propician la persecución, el terrorismo, la deshumanidad. Y llaman sin ningún rubor a otros seres humanos chulos, malditos, invasores, perros, otros seres humanos que quizás estén dando más al país desde sus puestos de trabajos, que otros que viven de arrojar improperios desde otras latitudes para fomentar el odio, escondidos detrás del ordenador y protegidos de todo peligro por la distancia y sin poder ver lo obvio; ellos también son extrajeron desde allí donde expelen su veneno. Muchos incluso lo que hacen es reenviar informaciones que en su mayoría pueden ser mentiras y como ya la metamorfosis a ocurrido en ellos, no pueden, ni quieren corroborar lo que les llega, o no aplican lo que diría el Viejo Rafiki al pequeño Timón _ Ver más allá de lo que ves_. Y yo me pregunto ¿donde quedo esa amiga o amigo, que creí conocer y por tanto yo me daba licencia para asegurar que estaba lleno de amor, inteligencia, genialidad, hermandad?
Pues bien, se lo comieron las redes sociales. Han sufrido una metamorfosis al inocularles el virus del odio. Y habrá quien me diga _ ¿Pero si es inteligente por que comete el error de pedir amor por un lado y arroja odio por el otro? _ pues no es sencillo de resolver y lo único que se me ocurre es afirmar que como las inteligencias son múltiples y aunque todos las poseemos, no todas son nuestro fuerte. Hay quienes son geniales matemáticamente, visualmente, auditivamente, incluso escribiendo muestran una gran inteligencia verbal-lingüística, pero poseen muy poca inteligencia interpersonal o quizás le falla un poca la intrapersonal, no sé, pero de lo que si estoy seguro es que donde más debilidad tienen es en su inteligencia de parámetros, y es así porque no tiene la capacidad de prever el caos que propician, no puede darse cuenta de la magnitud de su responsabilidad al incitar al odio, a la violencia y menos notan que ese odio se revertirá en su contra, en contra de sus familiares e incluso de los amigos que aquí estamos y a quienes supuestamente aman. Hace falta acrecentarles, estimularle la inteligencia de parámetros. Parecen no darse cuenta que cuando el odio se va exacerbando conduce a la violencia y esta a lo irracional y cuando se llega a esto último, ya es casi incontenible, hemos visto ejemplos deplorables en muchos otros países, Ruanda, por citar sólo uno donde se asesinaron hermanos contra hermanos incitados por los medios de comunicación. Estos amigos sin parámetros no miden que si la guerra que propician se desata, en ella morirían sus amigos (donde me cuento) sus familiares, niños, niñas, ancianos en fin venezolanos.
Es triste porque muchos son amigos, es
triste porque de seguro cuando se miran al espejo o logran tener alguna
conexión con su inteligencia intrapersonal y echar un vistazo dentro de sí, se aprecian nobles, puros, justos, equilibrados,
imparciales, amorosos y por tanto les parece justa y normal, la inconsciencia
de seguir propiciando la destrucción del país, haciéndose eco de cuanta noticia
creada en laboratorios comunicacionales sale, o aquella que es generada
estratégicamente mediante la provocación, o la que es distorsionada bajo las
ordenes de los estrategas del desastre y su guerra de cuarta generación. Y yo me pregunto ¿cómo pueden pedir a Dios por
Venezuela y creer que Venezuela está compuesta sólo por los que piensan como
ellos? ¿O es que los que piensan diferentes son unos venezolanos de menor
categoría, categoría de la que se puede prescindir? ¿O es
que quizás la solución divina será acabar con todo aquel que sea considerado un
infiel a sus ideas capitalistas? ¿Es que son tan dignos que pueden tirar la
primera piedra?
Ese proceder me recuerda a los romanos, que durante varios siglos persiguieron a los cristianos quienes fueron víctimas de muertes atroces. Al KU KLUX KLAN, que creían que su deber era acabar con los negros y sólo dejar vivir a los que les servirían eternamente. Me trae a la memoria a la Alemania Nazi, que perseguía a los judíos y homosexuales los primeros por no ser de raza aria y los segundos porque no se reproducían y por tanto no perpetuaban la raza que tanto ellos defendían. Pienso en a la policía de Nueva York, a finales de los 50 y principio del 60, que arremetió contra los gay y las lesbianas y contra todo aquel que se sospechara otra preferencia sexual fuera de la norma hipócrita establecida. Sin contar con la persecución y el espionaje montado por el Gobierno de EEUU a todo aquel que se sospechara simpatizaba con el comunismo, o por hablar de igualdad o equidad ya se le etiquetaba de comunista, hasta Charles Chaplin, pago caro sus planteamientos cinematográficos. No hubo en ese entonces y no hay ahora respeto a lo distinto, al otro, a la diversidad, no hay tolerancia, por lo tanto, no hay inteligencia de parámetros. Si no estamos en capacidad de medir las consecuencias de nuestros actos que incitan a odiar y querer desterrar a unos (por la medida chiquita) o matar a cuanto chavista, negro, feo, motorizado, o cualquier hijo de vecina se le ocurra caminar libremente, estamos mal, estamos mal como seres humanos, como congéneres, como cristianos (quienes dicen ser cristianos).
Ese proceder me recuerda a los romanos, que durante varios siglos persiguieron a los cristianos quienes fueron víctimas de muertes atroces. Al KU KLUX KLAN, que creían que su deber era acabar con los negros y sólo dejar vivir a los que les servirían eternamente. Me trae a la memoria a la Alemania Nazi, que perseguía a los judíos y homosexuales los primeros por no ser de raza aria y los segundos porque no se reproducían y por tanto no perpetuaban la raza que tanto ellos defendían. Pienso en a la policía de Nueva York, a finales de los 50 y principio del 60, que arremetió contra los gay y las lesbianas y contra todo aquel que se sospechara otra preferencia sexual fuera de la norma hipócrita establecida. Sin contar con la persecución y el espionaje montado por el Gobierno de EEUU a todo aquel que se sospechara simpatizaba con el comunismo, o por hablar de igualdad o equidad ya se le etiquetaba de comunista, hasta Charles Chaplin, pago caro sus planteamientos cinematográficos. No hubo en ese entonces y no hay ahora respeto a lo distinto, al otro, a la diversidad, no hay tolerancia, por lo tanto, no hay inteligencia de parámetros. Si no estamos en capacidad de medir las consecuencias de nuestros actos que incitan a odiar y querer desterrar a unos (por la medida chiquita) o matar a cuanto chavista, negro, feo, motorizado, o cualquier hijo de vecina se le ocurra caminar libremente, estamos mal, estamos mal como seres humanos, como congéneres, como cristianos (quienes dicen ser cristianos).
No
hay inteligencia de parámetros, si tienen en sus bocas un Dios de amor y
propician el odio. No hay inteligencia de parámetros, si se llaman a sí mismos venezolanos
y quieren acabar con más de la mitad de la población. No hay inteligencia de
parámetros, si no pensamos en los hijos, los hermanos, los padres, amigos y
vecinos que están expuestos a la violencia que por las redes sociales ellos
mismos propician.
A través de las redes sociales están ejerciendo violencia
pasiva y es allí donde vale el epígrafe de este escrito, “Si supiéramos cuanta
violencia pasiva perpetramos unos contra otros, comprenderíamos porque hay
tanta violencia física plagando las sociedades del mundo”
Basta de fanatismo virulento, basta
ya de intolerancia, basta de miedo a lo distinto, lo diferente, lo diverso, basta
de venganza, recuerden a Gandhi “Ojo por Ojo y el mundo entero quedara ciego” “si
queremos cambiar el mundo empecemos por cambiarnos a nosotros mismos.” “He de Tolerar los defectos del mundo hasta
que pueda encontrar el secreto que me permita ponerle remedio.” Recordemos a Martín Luther King, un luchador social que
aplico la No Violencia y hoy cumple 46 años de haber sido asesinado a manos del
fanatismo y la intolerancia, por defender los derechos de los afrodescendiente,
decía el Dr. King “Yo albergo el sueño de que un día, los hijos de los antiguos esclavos
y los hijos de los antiguos dueños, podrán sentarse a la mesa de la hermandad” Pues yo albergo el sueño de que muy pronto
cese la violencia estimulada desde las redes, no importa de qué lado venga y
nos podamos sentar juntos a la mesa respetando las diferencias.
Maracay 04 de abril de 2014
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