Semana Santa a la Venezolana
Las costumbres de los venezolanos en cuanto a la
celebración de fechas religiosas, es como para coger palco. Por ejemplo la Semana Santa. La Semana Mayor,
como también se le conoce, está impregnada por un tanto de folclor y otro tanto
de tradición. Al punto de convertirse por así decirlo en una celebración muy,
pero muy original. La religión oficial venezolana es la católica, y en tal
sentido en el país, se realizan, actos de todo tipo. A saber: procesiones,
penitencias, peregrinaciones, misas, bendiciones del agua y también de palmas,
la bendición del mar tampoco falta. Muchos cuelgan en sus hogares un montón de
elementos tras la puerta, a saber: sábila, cruces de palma bendita, frasquitos
de agua también bendita, imágenes del Santo de su predilección, (San miguel, la
Mano Poderosa, La Virgen del Carmen, San marcos de León, entre muchos otros) son
tantos que uno no logra explicarse que la citada puerta no se descuadre de
tanto peso, porque hay que ver el tamaño de la penca de sábila y del frasco, amén
de alguna pintura alegoría enmarcada.
También por estos días queman incienso, e incluso algunos queman
algún monigote al que llaman Judas, como representación simbólica de desprecio
al que en la Biblia se le responsabiliza de traicionar a Jesús.
Las creencias y supersticiones no se quedan atrás, entre
ellas están aquellas de los tiempos de mi abuela, donde aseguraban que en
Semana Santa, no se puede barrer, con la consecuencia terrible de que la casa se
vuelve un chiquero y si por casualidad se quema algún bosque, como suele pasar
en estas fechas, ya usted sabe que vivirá durante 7 días entre cenizas, ramitas
quemadas y mucho tizne. Otra creencia es aquella de que no se puede trabajar,
en especial si su trabajo tiene que ver con oficios como la latonería, la
carpintería, la mecánica y todo aquello que le obligue a martillar o clavar,
puesto que si así lo hiciera se toma como si usted estuviese clavándole los
clavos al Cristo. En tiempos de mi abuelita, durante estas fechas, no se podía
usted bañar, y uno no se explica, como se metía toda aquella gente sin bañarse
en un templo, recordemos que la semana en cuestión siempre cae en pleno verano
y el calor y el sudor se hace insoportable. Y qué decir de sus acostumbradas palabrotas,
palabrotas que ya eran tan suyas y sentidas que da alguna manera usted era
tentado por el diablo (el cual se cree que en estos días andaba suelto), y tras
dejar escapar desde lo más profundo un Co... de .... M..... Usted, como buen
católico se persignaba y pedía un perdón que resultaba ser más automático que
sentido.
En los tiempos de mi abuela, la radio y la televisión
detenían la programación y solo se oía
música acorde con los días que trascurrían. Pero hablando de música, usted no
podía cantar, ni bailar, ni escuchar música, a excepción de la denominada Sacra
o creada para alabar al Dios de los Cristianos (Aclaro que esa música era solo
para escuchar y no para bailar, no vaya a ser que me mal interpreten). Otras
creencias se van a los extremos como aquella de no comer carne. El no comer
carne, así como el no poder clavar, se hacía extensivo a la vida íntima y en
tal sentido usted no podía hacer el amor, porque eso es comer carne merecía un
castigo y de seguro los infractores se convertirán en pescado.
Hoy en día está demostrado que el venezolano es un
creyente fuera de lo común. Y por ello, como los tiempos de la abuela han
pasado, muchos devotos se prestan a esta celebración embalando y comprando todo
lo que sabe que para ser un buen católico se refiere. A saber: Traje de baño,
bronceador, cervezas, sombrillas, salvavidas, cervezas, comida enlatada,
carbón, carne, (por que en la playa casi
no se consigue), cervezas, domino, barajas, bingos, cervezas, colchonetas,
hamacas, cervezas, cocinas eléctricas, carpas, cervezas, preservativos, equipos de sonidos, los
mejores 50 C.Ds, y por supuesto algo que no podía faltar en una fechas tan
importantes para el recogimiento y el acercamiento a lo espiritual, LA CERVEZA.
Pues es así como lo oyen y aquí es donde los nuevos católicos o cristianos
rompen con aquel viejo proverbio de que “Todo tiempo pasado fue Mejor” pues en opinión de los herederos de las viejas
tradiciones ellos sostienen que esta es una mejor manera de celebrar la Semana
Mayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario