EDUCACIÓN PARA LA ALIENACIÓN
Haciendo Algo De Historia
Por
allá por los años 74, 75 cursaba yo el
bachillerato en la escuela, El Libertador, la cual prestaba sus espacios casi en ruinas para el
funcionamiento del primer liceo de Palo Negro. En ese entonces en mi casa la
educación escolar se acompañaba con la contemplación en un patio enorme y lleno
de diversos árboles frutales rebosado por un arcoíris de aves de todos colores,
con la lectura de revistas, diarios, suplementos y obras literarias; con las voces
de: Felipe Pírela, Tito Rodríguez, Blanca Rosa Gil, Adelia Castillo, Simón
Díaz, María Teresa Chacín, el Quinteto Contrapunto y Jesús Sevillano entre
otros, esa fue la música que me mostraron Verónica y Gonzalo (Mis padres), a
ratos también escuchábamos Radio Rumbos (Las noticias, las radionovelas) en las
tardes debía asistir al liceo con unos profesores que eran “los depositarios de
la verdad y del conocimiento absoluto” y
los “alumnos” (Nosotros) debían limitarse a ingerir pasivamente los conocimientos
que el profesor le transmitía.
Por
las noches a pesar de la formación del hogar, con lecturas tempranas que habían
pasado ante mis ojos y que atesoraba secretamente para no ser la burla de los
panitas del entonces, intentaba ser parte de una manada, (El ser humano no
subsiste sin una) aunque esa manada poco leyera y nos la pasáramos machucando
en inglés canciones de: los Rollins Stones, Beattles, Bee Gees, Joe Cockers y
muchos otros.
Creo
que desde muy temprano, la fortuna me acompaño, pues siendo un carajito de 14 o 15 años inicie una batalla de vida y así un día me dio
por protestar dentro del liceo por 3 o 4 “pendejadas”: 1. no teníamos sino unos 20 o 25
pupitres buenos en un aula de casi 40 estudiantes, 2. El piso estaba levantado,
roto como un campo minado y una lamina de zinc se había volado con el viento,
3. En la cercanía al liceo el hedor de un perro muerto nos tenía el estomago
volteado bajo el calor de las 2 de la tarde y 4. Las paredes de varios salones
e incluso una seccional amenazaban con caerse a la vez que los baños estaban
colapsados. Me levanté y me acerqué a la profesora de biología y bajito pero decidido le dije _Profesora, así es imposible estudiar_
ella en el mismo tono secreto, hábil y muy solidaria me dijo _ Tienes razón, ¿pero qué quieres hacer?_ Se
quedó mirándome pareció adivinarme y prosiguió animándome al decir _Lo que quieras hacer, no lo hagas solo_
Eso me bastó e invité a salir a los compañeros del aula, ya afuera incitamos a el
salón contiguo para hacer lo propio y así lo fuimos haciendo con todo el Liceo.
Ese paro culminó casi tres meses más tarde, después de visitar varias
estaciones de radio y periódicos junto al Sr. Omar Quiroz, viejo luchador
social, quien presidia la Sociedad
de Padres y Representantes, de aquellos años y quien fuera pieza fundamental
para el logro de nuestros objetivos. Después de encadenar las rejas de aquellas
escuela que hacía las veces de Liceo, trancar las calles, hacer carteles y pancartas
en el porche de mí casa, de manifestar por las principales calles del pueblo, de
ser tratados de sobornar con becas Gran Mariscal de Ayacucho, de ser detenidos
algunos, perseguidos otros, de atacarnos con bombas lacrimógenas y perdigones, de
reuniones en las casas de Yoris, Maury y Gregorio, Belkis, Nurvis y Esteban Granadillo, después de escondernos de los
carros del DIM y la DISIP
que pasaban por nuestras casas lentamente para amedrentarnos, después de lograr
el apoyo de otros liceos (Valentín Espinal, Técnica Maracay, José luís Ramos, Carlos
Arrieta, Agustín Codazzi, entre otros) que sin importar la distancia viajaban
desde Maracay al único Liceo de este pequeño pueblo llamado Palo Negro. Después
de tres meses y a punto de perder el año escolar, no cedimos hasta lograr que
se nos entregara lo que hoy se conoce como LICEO TRINO CELIS RIOS, DE PALO
NEGRO. En esas luchas algunos profesores de forma clandestina participaron,
Renzo Fajardo, Alejandro Tinedo, Luis Briceño José Rodríguez, Isabel Gruñeiro, y
muchos estudiantes como: Los y las Granadillos, las hermanas Mary Paz y Mary Bell
Pacheco Hernández, Octavio Pino (hijo), Héctor Iribarren, Dennys Díaz
(Fallecido tempranamente) y quien suscribe junto a muchos otros que la memoria
en acto de injusticia involuntaria no me trae.
Esa
forma de actuar cuando adolescente me condujo a pensar, medir y sopesar la injusticia
para combatirla. Me convertí al poco tiempo de iniciar las actividades escolares
en la nueva sede del liceo, en un desertor del sistema educativo, yo había
quedado marcado con las ganas de vivir y de no someterme a una educación
castradora. No encontré en las aulas nada que se pareciera a la vida real y
frustrado me fui. Únicamente vi un país que no invertía en educación, sino que
gastaba o mejor dicho malgastaba la plata, tiraba la plata. Era un sistema en
el que de cada 10 estudiantes que iniciaban el bachillerato sólo egresaban 2, y uno se pregunta ¿Cuánto le costaba al país ese bachiller? Una fortuna, sí
tomamos en cuenta que las estadísticas eran de 10 solo 2, y para que le servía
al país ese bachiller, con un tipo de enseñanza que no formaba para la vida y
nos mantenían al margen de la realidad nacional, (desempleo, hambre, miseria,
discriminación) y los egresados, unos pocos, muy pocos podían soñar con entrar
a la universidad. Se hacía en el entonces un tremendo desperdicio de la riqueza
más grande que tiene un país: la inteligencia de nuestros jóvenes. Los
atiborraban de datos, de nombres, de cifras pero no desarrollaban su
inteligencia. No se les enseño a utilizarla, a pensar en la patria, en lugar de
aprovechar todo ese potencial de inteligencia para producir más, para
desarrollar el país. Lo anularon, lo aplastaron bajo un fardo de datos.
Alienación Extranjera Contra La
Inteligencia Nacional.
Pero
todo eso estaba bien estudiado por el Imperio,
nos vendieron la idea de que todo en el norte era lo mejor, estimularon en
nosotros el deseo de triunfar pero de manera individual, te recomendaban la
carrera que te diera más: _No, hazte
abogado que eso da_ Un triunfo
puramente individual, egoísta, enriquecerse, ganar mucha plata, tener más que
los otros, pero no nos enseñaron a pensar en nuestro país, sino en nosotros
mismos y en tener como meta salir, huir, desertar del país y vivir una “vida
perfecta a lo gringo, a lo Hollywood, de película” algunos regresaron derrotados, otros
descubrieron que no hay nada como Venezuela, algunos se quedaron cuidando
ancianitos, de jardineros, parqueros, mesoneros, sencillamente de servidumbre y
solo unos pocos, los hijos de los que
siempre fueron el poder económico en el país, se mantuvieron en un ir y venir
para seguir marcando las pautas educativas y culturales que imponía el norte.
Pero
en los 70, los 80 y los 90 los pocos estudiante que podían advertir esto, (pues
lo cotidiano se vuelve natural) aquellos que intentaba razonar, que sentían y
descubrían la realidad que marcaba Norteamérica y que aquí era obedecida
ciegamente por el sistema educativo, aquel que se atreviera a pensar por su
cuenta era un “alumno” incómodo molesto, enseguida le ponían la etiqueta de
revoltoso, de peleón, de subversivo, inadaptado, de comunista, de ñangara. De
inmediato para poner correctivos se tejía el plan para cambiarlo, para
seducirlo y transculturizar su manera de pensar y si no funcionaba, si no lo
cambiaban, si no se alineaba, o alienaba, se la ponían difícil, le dificultaban
los estudios o su permanencia en el sistema educativo hasta hacerlo desertar. Y
así fué a lo largo de 40 años. Décadas en las cuales se nos fué convirtiendo en
personas dóciles, serviles, sin pensamiento propio, más dispuesta al licor, la
farra, la farándula nacional (Copia de la extranjera) el jet set, a admirar y
copiar la cultura foránea, (Música, ropas, formas de expresión, drogas, formas
de pensar) a sentir vergüenza por lo nuestro (tradiciones, modismos, comida, familia,
nuestro cabello y hasta el color de nuestra piel) por todo eso, es que aún hoy,
un pequeño sector del pueblo inocente (por transculturizados) es capaz de defender al amo, por ello, por más
de 520 años de dominación extranjera, por 200 años de lucha por la
independencia (aún por alcanzar). A
causa de los: Páez, Falcón, Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez, por 40 años de
espejismo democrático ideado para el entreguismo. Por todo ello, es que aún hoy
unos pocos maestros alienados van a la escuela, al liceo y hasta a la
universidad creyendo que están contribuyendo a la formación del venezolano y lo
y siguen repitiendo el esquema ideado para lavar nuestras mentes dictado desde
el norte, a pesar de todas las
orientaciones, de todos los discursos, de toda la historia, de todas las
pruebas. Mas nosotros no perdemos la esperanza, seguimos trabajando para hacer
entender al docente, que debe enseñar al ESTUDIANTE a pensar, a sentir, a
hacer, a amar. Que él mismo educador debe disponerse a cambiar, a abrir los ojos,
descubrir el valor de la patria, las tradiciones, a amar la mescolanza cultural
y racial que somos. Que internalice de una vez y para siempre que: Educar es adiestrar la inteligencia y la
organización mental del estudiante, es enseñar a pensar, es formar cabezas
pensantes, eso es educar.
Licdo. Hernán González Díaz